sábado, 29 de abril de 2017

FLUORESCENCIA

Se trata de un fenómeno, por el cual, ciertos elementos químicos (como el fósforo), emiten luz en la oscuridad. Debido a una configuración especial de sus electrones, éstos absorben la luz ultravioleta.
Cuando los átomos reciben esta energía, sus electrones se activan y pasan a irradiar luz, aun en la oscuridad. Después de determinado tiempo, lo electrones vuelven a su estado normal y la emisión de luz se detiene. El fósforo, que da nombre a dicho fenómeno, fue descubierto en el siglo XVII, cuando un alquimista alemán intentaba sintetizar oro a partir de la orina humana.

lunes, 26 de diciembre de 2016

El primer ser humano fue… ¡un pez!

Una de las discusiones más características acerca de la evolución y una de las mayores incógnitas que plantean los negacionistas gira en torno a la existencia o no del ‘primer ser humano’ y del momento en que apareció en la Tiåerra. ¿Quién fue? ¿Cómo logró sobrevivir y procrearse? ¿Qué aspecto tenía? Pero, oh, en realidad nunca hubo un ‘primer ser humano’. La evolución no funciona así, los cambios no se producen de la noche a la mañana, sino muy lentamente, con microtransformaciones apenas imperceptibles que, poco a poco, van configurando nuevos escenarios biológicos.
Esto es lo que viene a contarnos el biólogo, escritor y blogger Joe Hanson en este entretenido vídeo titulado ‘There was no first human‘ (‘Nunca hubo un primer humano’), en el que se hace eco de los argumentos de Richard Dawkins sobre el particular, y que quedan sintetizados en esta cita:
"Nunca podrás precisar el momento exacto en que una especie llegó a ser, porque eso jamás ocurrió. Antes eras un bebé y ahora estás más viejo, pero no hubo un día concreto en que te fuiste a la cama joven y despertaste mayor… La evolución se desarrolla como en una película, con fotogramas que se mueven, tanto rápidamente, como poco a poco, y muchas veces no podemos ver el cambio mientras se produce. Cada vez que nos encontramos con un fósil, es una instantánea en el tiempo, a menudo con miles de fotogramas perdidos en medio, y nos vemos obligados a reconstruir toda la película. La vida es lo que sucede entre esas instantáneas".
Dawnkins recogió esta idea en su libro de 2011 ‘The Magic of Reality: How We Know What’s Really True‘ (‘La magia de la realidad: cómo sabemos qué es realmente verdad’), una obra divulgativa dirigida a los niños, con explicaciones tan gráficas como ésta (en traducción tomada de Divulga Científico):
"Si colocáramos una fotografía de nosotros seguida de una fotografía de nuestro padre o madre, y enseguida la de su padre o madre y así hasta llegar muchas generaciones atrás, digamos unos 180 millones de generaciones, en un punto nos encontraríamos con la foto de un Homo sapiens, y, si fuéramos aún más atrás veríamos la foto de un Homo erectus. Podemos formular varias preguntas al respecto, aunque la más interesante es ¿Cuál es el primer humano -como lo conocemos actualmente-? Dawkins da una respuesta: nunca hubo un primer “hombre” ¿Como saberlo? Bueno, si revisamos la serie fotográfica desde nosotros hacia atrás y atrás en el tiempo (equivalente a 185 millones de generaciones) veremos que la primera fotografía no corresponde a un “hombre”, increíblemente corresponde a un pez".
De otro modo, pero también con un gran sentido del humor y, desde luego, amplio conocimiento científico, lo ilustraba Javier Sampedro en ‘El País’ ya en 2005, en un artículo titulado ‘¿Quién fue el primer humano?‘:
"La historia que cuentan los fósiles no es “una de esas películas francesas en las que se ve crecer la hierba”, en la expresión de Woody Allen. La evolución humana es un thriller con un final brusco y sorprendente. Nuestra anatomía apareció en África hace unos 200.000 años, y ya entonces era plenamente reconocible: un cerebro del tamaño actual y con signos evidentes de hipertrofia en los lóbulos frontales, donde residen las altas funciones mentales que nos distinguen (a veces) de las demás bestias del planeta. ¿Tiene sentido, entonces, preguntarse quién fue el primer ser humano?".

domingo, 19 de junio de 2016

EL TE DE LAS 5



La hora del té o el té de las cinco en Inglaterra es tradición desde el Siglo 19, gracias a la duquesa de Bedford. El té llegó a Inglaterra en 1662, junto a la princesa portuguesa Catarina de Bragança, futura esposa del rey Carlos II. El té de la tarde ya era tradición en Portugal, y tardó 180 años en conquistar a la nobleza británica. En 1840, la duquesa se sentía muy hambrienta durante las tardes, por lo que resolvió hacer una especie de colación entre el almuerzo y la cena, con una taza de té y sándwiches de pepino y scones.
Luego empezó a llamar a sus amigos para compartir ese momento y, de a poco, fue creando una moda que terminó convirtiéndose en un símbolo cultural de Inglaterra. Al día de hoy, la tradición del té no es exclusiva de la aristocracia y tampoco está limitada a las 17 horas.

lunes, 16 de mayo de 2016

CUANDO NACIO LA CIRUGÍA

La cirugía estética nació en Egipto
Los primeros datos hablan de Egipto
La cirugia estética o cirugia plásticatiene sus primeros orígenes en Egipto. El transplante de tejidos era ya una técnica utilizada en el antiguo Egipto en el año 3.500 a.c.i

En el VII a.c. en la Indía se tienen constancia  de unos libros sagrados en los que se cuentan técnicas para la reconstrucción de nariz, orejas y labios.

Los profesionales que se dedicaban a la cirugía estética (como la conocemos hoy) eran conocidos como Koomas o alfareros, ya que en el fondo daban forma a los tejidos humanos.

De la Indía estos conocimientos de trasladaron con el tiempo a Persía y posteriormente a Grecia e Italia.

Como se puede comprobar la cirugía estética no es algo nuevo y en la antigüedad ya se usaban procedimientos y técnicas de cirugía plástica que asentaron las bases para las actuales intervenciones

miércoles, 6 de enero de 2016

GEMELOS


España lidera las estadísticas de partos múltiples, “es el tercer país del mundo con nacimientos de gemelos“, con una tasa media que ronda el 4%, explica María de la Calle, jefe de la Unidad de gestaciones múltiples del Hospital La Paz, quien destaca que este dato está muy por encima de la media establecida en entre el 1 a 1,5% de los partos.
“Estamos a la cabeza de Europa porque somos un país donde se hacen muchas técnicas de reproducción asistida, y donde se trasfieren dos embriones o mas; sin embargo, en otros países, como los escandinavos, está prohibido por ley transferir más de un embrión”, señala en una entrevista.
Los medicamentos que se administran para mejorar la fertilidad, que estimulan los ovarios para que produzcan múltiples óvulos, y las técnicas de reproducción asistida, en las que se transfieren al útero varios embriones (como la fecundación in vitro),incrementan considerablemente la incidencia de embarazo múltiple.
No obstante, también tiene que ver la edad media en la que las mujeres se quedan embarazadas. “En España cada vez se va posponiendo más la edad de embarazo, a partir de los 35 años aumenta la tasa de un embarazo gemelar, independientemente de que se someta a una trasferencia de embriones”, explica.
De la Calle, especialista de referencia en embarazos gemelares, acaba de publicar ‘Embarazada de gemelos’, un manual indispensable para quienes esperan gemelos, el primero editado bajo los protocolos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia.
“El libro surgió de la necesidad de poder explicar con detenimiento a las pacientes  cuáles eran los cambios que se iban a producir en su cuerpo y entre los bebés, asumiendo que son gestaciones diferentes a las gestaciones únicas. Pero sobre todo ante la ausencia de un libro o una guía de estas características en España, ya que todo lo que hay son traducciones del inglés”, señala.
Gestaciones múltiples
¿Qué ocurre cuando vienen de dos en dos? ¿Cómo asimilar la noticia? ¿Es muy diferente tener gemelos o mellizos a tener solo uno? ¿Qué complicaciones puede tener este embarazo para la madre? ¿Y para los bebés? ¿Tienen los gemelos más riesgo de tener malformaciones por el hecho de ser gemelos? ¿Será siempre un parto mediante cesárea? ¿Cómo será el postparto?
“Los cambios de una embarazada de gemelos son más precoces y exagerados“, lo que significa que hay más nauseas, más reflujos, mas varices, ciática, más anemia, más cólicos o dolor de cabeza, entre otros síntomas; y los mismo ocurre con las complicaciones, así hay más riesgo de diabetes gestacional, hipertensión, preeclampsia, colestasis intrepatica, y, por supuesto, “más riesgo de hospitalización, que se multiplica por seis con respecto a los embarazos únicos”.
En estos embarazos, la experta recuerda que la complicación más frecuente es la amenaza de parto prematuro, que también es la mayor preocupación entre las madres. El motivo es la sobredistensión uterina que hace que se empiece antes con contracciones, “eso conlleva a que se tenga que ingresar más frecuentemente, hay más riesgo de rotura de membrana y también es un motivo de ingreso”.

Un embarazo múltiple es un embarazo de alto riesgo, “el ser humano está preparado para gestar de uno en uno y esto se sale de la naturaleza humana”, señala la experta que, no obstante, aconseja que “no vivan estos embarazos con ansiedad y aprendan a disfrutarlos”.
Respecto a los riesgos del feto, “parece que hay un poquito más riesgo de malformaciones”. Esto se puede dar en las gestaciones monocoriales, que son las que comparten placenta porque esa división del cigoto inicial, a veces entraña más riesgos sobre todo genitourinarias y cardiacas.
Gran carga de prematuros
“La prematuridad está disparada en los embarazos gemelares, por eso hay que controlarlos mucho más para prevenir ese riesgo”, explica la experta, quien recuerda que para evitarlo  a partir de la semana 20 hay que empezar a medirles el cuello del útero, algo que normalmente no se haría hasta la semana 40.
“La longitud del cuello es la que mejor nos predice si una mujer se va a poner de parto antes de tiempo. Si es corto quiere decir que la probabilidad es alta, en estos casos se pone un pesario cervical que es un anillo de silicona para alargar el cuello del útero”, advierte.
También es importante que estas embarazadas se cuiden, para ello se recomienda una alimentación saludable y aumentar la dosis de ácido fólico y de yodo; además la anemia se multiplica por seis con lo cual hay que suplementar con hierro a partir del segundo trimestre, y es importante aumentar la ingesta de líquidos.
En cuanto a la actividad física, “la pueden hacer siempre que no haya amenaza de parto prematuro“. Se recomienda gimnasia para embarazadas, matronatación, y, en general, todo muy adaptado a las gestaciones múltiples. “No se trata de que estén exhaustas sino de que estén un poquito ágiles porque la movilidad va a estar limitada por el sobrepeso. Estimamos que estas embarazadas pueden engordar entre 16 y 25 kilos, cuando parten de un índice de masa corporal normal”, añade.
Hay que saber que estos niños tienden a ser pequeños, “porque a partir de la semana 28 se ralentiza el crecimiento de estos bebés, porque no tienen tanto espacio para moverse”; suelen pesar entre los 2 y 2,5 kilos, sin embargo los percentiles se estandarizan a medida que van creciendo.
Por otro lado, de la Calle admite que se da un gran número de cesáreas pero el parto vaginal es posible. “Siempre que el  primero venga de cabeza, y no haya otra contraindicación el parto puede ser normal”, otra cosa es el postparto que provoca en la madre más entuertos y mayor riesgo de hemorragias.
“Lo más importante es ir previniendo lo que pueda pasar, no hay que esperar a que parezcan las complicaciones“, recuerda está experta, quien desvela las mejores estrategias para cuidarse, qué alimentación es la más adecuada, de qué forma superar los riesgos, y cómo vivir esta experiencia de la manera más natural.
http://www.antena3.com/

sábado, 2 de enero de 2016

PARECIDOS

Entre los animales actuales, el más cercano evolutivamente al ser humano es el chimpancé, nuestro antepasado común que vivió hace unos 6 a 7 millones de años. Es nuestro pariente genético más cercano, compartimos un 98 por ciento del genoma (algunos estudios agrandan esa brecha a 96%).
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El biólogo Jared Diamond, en su libro El tercer chimpancé, incluso propone que nuestra especie debería formar un grupo con las dos especies de chimpancés, según dice él un biólogo extraterrestre no dudaría en juntar a los tres en un mismo género. Propone esto porque los chimpancés se parecen más a nosotros, genéticamente, que a otros primates como los Gorilas, que son los siguientes en la línea de parientes cercanos tanto para chimpancés, como para nosotros.
Si uno analiza el reino animal en su conjunto podrá ver casos en que especies muy cercanas, como por ejemplo algunas aves, difieren en un 2,9 por ciento de su genoma. Es decir, la diferencia entre chimpancés y nosotros, es la que podría haber entre dos especies emparentadas del mismo género. Por ejemplo, con los neandertales (Homo neanderthalensis), especie humana extinguida hace 30 mil años, compartimos el 99,86 por ciento del genoma, con nuestra suegra (también un Homo sapiens), un 99,9 por ciento, mientras que con un chimpancé apenas un 98 % (con un ratón el 85%, y con una banana el 50%).
Los llamados chimpancés son en realidad dos especies, el chimpancé común (Pan troglodytes), y el bonobo (Pan paniscus), del género Pan, que es parte de la subfamilia Homininae, a la cual también pertenece nuestra especie: Homo sapiens. Las dos especies de chimpancés, comparten a su vez un antepasado común que vivió hace unos 2 millones de años, se cree que la separación evolutiva fue por la división geográfica que generó el río Congo, en África, que divide los hábitats naturales de los chimpancés.
Desde los inicios de la ciencia biológica, incluso en tiempos de los antiguos griegos, se notaron las similitudes entre los chimpancés y los humanos. Pero cuando, en tiempos de Charles Darwin se insinuó que compartíamos un antepasado común, un primate, se tachó tal hipótesis de absurda. Hoy en día estamos clasificados como un primate, y se han descubierto miles de pruebas a favor de un antepasado primate común con los chimpancés.
Pero a diferencia de lo que se pensaba hasta hace algunas décadas, ese antepasado común no era igual a un chimpancé, ya que han pasado 7-8 millones de años, tanto los humanos actuales, como los chimpancés son el resultado de la evolución durante todos esos años. Y lo interesante, es que el antepasado común era más parecido a nosotros que a los chimpancés (ver Ardipithecus ramidus).
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Similitudes entre Chimpancés y Humanos

  • Ambos somos Mamíferos, grupo caracterizado por tener pelo y amamantar a sus crías.
  • Ambos somos primates, grupo que incluye a los simios y a los monos.
  • Evolucionamos como especies en África.
  • Tenemos manos capaces de agarrar.
  • Tenemos dedo pulgar oponible.
  • Tenemos cerebros grandes.
  • Vivimos en grupos sociales, y sociabilizamos mucho.
  • Nos comunicamos con los miembros de nuestro grupo, por señas y con sonidos.
  • Ambos utilizamos herramientas, sólo que ellos utilizan palos o pidras, nosotros las modificamos, a tal grado que podemos fabricar un telescopio, enviarlo al espacio, y estudiar todo lo que logra ver más allá de nuestro sistema solar.
  • Ambos podemos ser altruistas.
  • Somos primates principalmente terrestres.
  • Ambos somos omnívoros, podemos comer carne y vegetales.
  • Tanto chimpancés como humanos, disfrutamos del sexo como placer, y no sólo por reproducción.
  • Ambos tenemos visión binocular, y distinguimos todos los colores.
  • Ambos hacemos bromas, engañamos, manipulamos, cuidamos a los nuestros y sentimos empatía.
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Diferencias entre Chimpancés y Humanos

  • Los chimpancés tienen 48 cromosomas, dos más que nosotros.
  • El cerebro de los chimpancés mide unos 350 cm3, mientras que el nuestro 1350 cm3.
  • Un chimpancé suele tener un grupo de “amigos/conocidos” de unos 50 individuos, nosotros de 150 a 200. Esto refleja el tamaño del cerebro, que se cree es tan grande entre los primates justamente por su alto grado de sociabilidad.
  • Los chimpancés se comunican con ruidos, gritos, gruñidos, pero principalmente lo hacen a través de expreciones y gestos; nosotros usamos todo eso, a lo que sumamos el lenguaje hablado, nuestro principal medio de comunicación.
  • Nosotros sonreímos como señal amistosa, entre los chimpancés, mostrar los dientes es señal de agresión inminente.
  • Los chimpancés pueden respirar/gritar y tragar a la vez; nosotros nos atragantamos, ya que tenemos la laringe mucho más baja, que nos posibilita crear una mayor cantidad de sonidos, pero nos ha quitado esa facultad.
  • Tenemos muchos más músculos en la lengua y en los labios, así como en el rostro, que nos posibilitan una mayor cantidad de expresiones faciales que los chimpancés.
  • Nos adaptamos a diferentes ambientes geográficos. Nuestros antepasados de hace 100 mil años, vivían en la sabana africana, y se adaptaron a vivir en las planicies, llanuras. Los chimpancés viven en la selva.
  • Mujeres y hombres entre los humanos tienen un tamaño similar, entre los chimpancés hay una gran diferencia, lo que se conoce como dimorfismo sexual.
  • Nosotros somos bípedos, y tenemos una postura erguida, con una curvatura de la columna vertebral en forma de S; los chimpancés tienen una locomoción principalmente cuadrúpeda, una forma especial en la que apoyan los nudillos de las manos, no la palma, y su columna vertebral semeja una gran C, adaptación a estar casi todo el tiempo sentados.
  • Los pies de los chimpancés están más adaptados a caminar en el suelo, que los de un orangután, por ejemplo, pero igualmente son más parecidos a una mano, con pulgar oponible un poco más corto, que los pies humanos, especialmente adaptados para caminar y correr.
  • Los brazos de los chimpancés son mucho más largos que sus piernas, entre los humanos es al revés.
  • Los chimpancés tienen el cuerpo cubierto de pelaje, nosotros apenas tenemos algunos parches de pelo en algunas partes.
  • Los testículos de los chimpancés son mucho más grandes, en proporción al tamaño de su cuerpo, que los de los humanos (110 gramos, comparados con 28 g de los gorilas, y 43g de los humanos).
  • Los chimpancés llegan a la pubertad a una edad entre los 8 y 10 años. Nosotros a los 15.
  • La esperanza de vida de los chimpancés es de unos 40 años en estado salvaje, y unos 60 en cautiverio; la esperanza de vida humana en estado salvaje, sin los adelantos tecnológicos de la actualidad, es de unos 50-60 años, mientras que en “cautiverio” es de 80-90.
  • Los humanos somos más carnívoros que los chimpancés, y tenemos intestinos más pequeños, adaptados a una dieta principalmente carnívora. Los chimpancés cazan sólo ocasionalmente, comen insectos también, pero su dieta principal consiste en frutas, para lo que han desarrollado un intestino más largo, que puede digerir los vegetales mejor.
  • Los humanos suelen tener algunas comidas al día, mientras que los chimpancés pasan gran parte de su tiempo comiendo. Esto es por la dieta diferente, la carne aporta muchos más nutrientes.
  • Los humanos tenemos blanca la parte alrededor del iris en el ojo, mientras que los chimpancés la tienen marron, casi como el color del iris. El blanco del ojo permite conocer a dónde están mirando las personas, se cree que es una adaptación a la sociedad compleja humana, parte de la riqueza de las expresiones faciales.
  • Los chimpancés no controlan el fuego, nuestra especie lo controla desde que apareció hace 200 mil años en África, incluso lo controlaban sus antepasados de hace más de 500 mil años.
  • Los humanos son profesores altruistas, nos gusta enseñar a otros, incluso si no son parientes. Esto es crucial para transmitir conocimientos de generación en generación. Los chimpancés también enseñan, pero suele ser de madres a hijas, los hijos varones suelen ser malos estudiantes, no prestan atención.

sábado, 26 de diciembre de 2015

LA NAVIDAD



El origen de la celebración navideña en el mes de Diciembre se remonta a los primeros siglos del Cristianismo. Inicialmente, la Iglesia celebraba la Navidad el 6 de Enero, día que aprovechaba también para conmemorar la Epifanía y el Bautismo de Jesús por San Juan.

Debemos señalar que la elección del 6 de Enero hundía sus raíces en el calendario egipcio... Los egipcios dividían el año en 12 meses de la misma duración (30 días), lo que daba un año de 360 días... Como quedaban 5 días descolgados (del 1 al 5 de enero), no los consideraban pertenecientes ni al año anterior ni al nuevo año, con lo que daban inicio al nuevo período el 6 de Enero.

Poco tiempo después, la Iglesia Católica decidió cambiar la tradicional celebración al 25 de Diciembre. Por el contrario, la Iglesia Ortodoxa, ha mantenido hasta hoy la celebración de la Navidad en su fecha originaria -el 6 de Enero-, frente a la herejía que supuso para la época los nuevos cánones católicos, como siglos después supuso para esta última la Reforma Protestante...

¿Qué motivó a la nueva herejía católica para el traslado de la fiesta del 6 de Enero al 25 de Diciembre...?:

Por aquella época, una nueva religión había arraigado firmemente en Roma, la adoración al Sol Invictus, y era precisamente ese día el que culminaba dicha adoración a nuestro astro.. La fiesta del Sol Invictus, a su vez, no es más que una nueva versión de las ancestrales celebraciones del Solsticio de Invierno (el día más corto del año, a partir de cuya fecha, empieza a "crecer" la luz del Sol, poco a poco, hasta el Solsticio de Verano...). Las diferencias entre las celebraciones del 25 de Diciembre y el 21 de Diciembre se deben, seguramente, al fenómeno astronómico de la precesión de los equinoccios, que va trasladando, con el paso de los siglos, el comienzo de las estaciones del año.

La superposición de la fiesta cristiana sobre la fiesta pagana, entra dentro de la metodología habitual de la Iglesia, que siempre ha intentado tapar con sus creencias fiestas mucho más antiguas (el antiguo Halloween celta, al que superpuso la Fiesta de Todos los Santos; las fiestas equinocciales de la Primavera, a las que superpuso las fiestas de San Juan; los antiguos templos de Isis -representada ésta por una diosa negra sobre la que se sentaba su pequeño hijo Horus-, sobre los que se levantaron nuevas iglesias y se adoraron a Vírgenes negras -como la Moreneta- o, sin remontarnos tan atrás, antiguas mezquitas musulmanas sobre las que se erigieron también iglesias)...

Si bien tenemos una fecha exacta (y hasta hora) para la muerte de Jesús, no tenemos, por el contrario, una fecha válida para su nacimiento... De ahí este vaivén al que ha sido sometida la celebración de la Navidad a lo largo de los siglos.