viernes, 6 de enero de 2012

CONSUMISMO

Se encienden las luces, pero no para todos. Festines de comida, pero no para todos. Regalos y cientos de caprichos, pero no para todos. Abrazos, caricias y encuentros inesperados, pero no para todos. Llegó la Navidad, pero no para todos. Demagogia, hipocresía y falsedad embotellada ¿Qué se esconde detrás de esta alegría espontanea? Momento para la reflexión. Hablemos de consumismo. España se enfrenta a una de las mayores crisis económicas vividas en nuestra democracia. Ante esta situación llena de incertidumbre y preocupación, los expertos nos hablan de incentivar el consumo. Una solución de lo más elocuente y más por Navidad.

Escaparates llenos de productos tentadores, comercios abiertos 24 horas, compras por internet y a domicilio…y un solo deseo, reducir las tasas de paro de nuestro país. “Querido Santa Claus, para este año tengo un deseo muy especial. Quizás te suene un tanto extraño, pero me gustaría que mi papa volviera a trabajar. Hace meses que está en el paro, y desde entonces no es el mismo” a lo que Papa Noel contesta “Hijo lo que me pides se escapa de mis posibilidades, este año el gobierno me ha recortado el presupuesto. Entiendo tu preocupación pequeño y si te digo la verdad no eres el único que me lo pide. Este año he tenido que enfrentarme a solicitudes de todo tipo. Parece ser que ha habido un cambio radical en la tendencia de los consumidores. Ahora en vez de caprichos, me piden trabajo, en vez de regalos me piden antidepresivos. No sé dónde ha quedado el buen gusto”

Sigamos reflexionando. Ahora hablaremos de tradición. Y es que cada día son más los que celebran la Navidad como el mismísimo Jesús de Nazaret, aunque con alguna diferencia de estilo. Me explico. Lo que hace más de 200 años fue un pesebre, ahora tiene forma de cajero automático. Ya no existe el fuego, pero si la calefacción centralizada. En algo hemos avanzado. Para que luego digan que el ‘Cristianismo’ está en peligro de extinción.

Comienza el año nuevo y con él los buenos deseos. Este año no sólo vamos a dejar de fumar, sino que además vamos a rebajar los salarios, a subir los impuestos, a recortar los puestos de trabajo y congelar las pensiones. Di que sí, empezando el año con buen pie.

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