La Universidad de Queesland, en Australia, de la mano de la doctora
Genevieve Haely ha realizado el primer estudio sobre los riesgos
cardíacos del sedentarismo y ha llevado a cabo un estudio entre más de
4700 hombres y mujeres con una media de edad de 45 años para comprobar
en qué medida les afectaba el sedentarismo prolongado y las conclusiones
son preocupantes: A las personas que no se levantaban con frecuencia
les disminuyeron los niveles de colesterol HLD (el bueno), aumentaron
los triglicéridos y los niveles de proteína C reactiva (un marcador de
inflamación y por tanto de riesgo cardiaco), y además les aumentó la
cintura (donde sabemos se deposita la grasa abdominal).
Así las cosas y sobre todo en trabajos de oficina es necesario incorporar hábitos que hagan que nos levantemos a menudo de la silla y estiremos las piernas tales por ejemplo como:
- Ponerse de pie cuando hablemos por teléfono.
- Utilizar una impresora más lejana a nuestra mesa.
- Comunícate con tus compañeros personalmente y no sólo por mail.
- Ir al baño con mayor frecuencia.
- Sustituir el uso del ascensor por el de las escaleras.
En definitiva, tener un corazón más sano nos obliga a ser menos comodones.
Así las cosas y sobre todo en trabajos de oficina es necesario incorporar hábitos que hagan que nos levantemos a menudo de la silla y estiremos las piernas tales por ejemplo como:
- Ponerse de pie cuando hablemos por teléfono.
- Utilizar una impresora más lejana a nuestra mesa.
- Comunícate con tus compañeros personalmente y no sólo por mail.
- Ir al baño con mayor frecuencia.
- Sustituir el uso del ascensor por el de las escaleras.
En definitiva, tener un corazón más sano nos obliga a ser menos comodones.
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