Llegó el día. Tras años de dar vueltas, de buscar motivaciones, de
encontrar un camino, de aburrir a conocidos y amigos con mis neuras, por
fin me decidí. Era ahora o nunca.
La
primera piedra del camino era dejar el trabajo. Hecho. Escuché de todo
por ello:"con la que está cayendo", "estás loco", "piénsatelo bien".
¿Alguien que me conozca un mínimo puede pensar que no lo he pensado? No
quiero que mi vida sea pasarme 10 horas al día haciendo que trabajo en
algo que no me gusta, espero que me aporte algo más aparte de dinero....
La segunda piedra fue la peor: darme cuenta de todo lo que voy a dejar atrás. Siempre lo había tenido presente pero ahora se ha convertido en una realidad que inevitablemente habrá que afrontar. Me quedan 6 meses. De un modo u otro mi vida va a cambiar, esa es la idea.
La segunda piedra fue la peor: darme cuenta de todo lo que voy a dejar atrás. Siempre lo había tenido presente pero ahora se ha convertido en una realidad que inevitablemente habrá que afrontar. Me quedan 6 meses. De un modo u otro mi vida va a cambiar, esa es la idea.
Ahora sólo queda confiar en que los castillos que hice en el aire vayan
aguantando la marea y se empiecen a cumplir los sueños para los que no
estoy seguro de estar preparado, aunque los haya vivido una y otra vez
en mi mente.
Habrá que renunciar a todo para empezar de cero. Aunque lo importante siempre estará conmigo, allá donde me encuentre.
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