No es mucho lo que se sabe sobre este tema. Por más que algunas personas aseguren haberlo hecho, nadie, de entre más de 100.000 millones de personas fallecidas en la historia de la humanidad, ha vuelto de la muerte para contar en vida qué sucede cuando el corazón deja de latir. La muerte es uno de esos enigmas que la humanidad no ha podido resolver. Lo que sí se conoce, es el proceso de descomposición que sufre el cuerpo al morir. Es decir, se conoce lo que se ve y se puede comprobar mediante pruebas irrefutables.
La mayor cantidad de información que existe en torno a la muerte son creencias. Las distintas religiones poseen diferentes interpretaciones de la muerte. Se refieren al cielo, para aquellos que se comportaron de manera decente en vida, o al infierno, lugar reservado pura y exclusivamente para los pecadores. Pero también hacen referencia a la reencarnación, situación en la cual un organismo resurge de la muerte y adopta la vida de otro ser. O la de los egipcios, que momificaban a sus faraones para darles vida eterna. Todas estas creencias tienden a prolongar la existencia de los seres humanos, en distintos lugares y de distintas formas, pero, en definitiva, niegan la posibilidad de que la muerte signifique dejar de existir completamente. Como nada de esto se puede probar científicamente, todas las afirmaciones se reducen a meras creencias, cada una adopta carácter de verdad en relación a una determinada comunidad pero de ninguna manera pueden volverse universales.
Algunas curiosidades sobre la muerte
Lo que se sabe de la muerte es el orden en que el humano pierde sus sentidos. La vista es el primero, luego el gusto, el olfato y el tacto. El último sentido en perderse es el oído. También se conoce como las enzimas, aliadas de la persona durante la vida, comienzan a carcomer el cuerpo apenas tres días después de la muerte. Un dato interesante sobre la pérdida de la vida, que solo se da en la actualidad, es que el cuerpo tarda más tiempo en descomponerse gracias a los conservantes que poseen los alimentos. También se sabe que el cuerpo se relaja al morir, de tal manera que se perturba la vesícula seminal y se pueden provocar eyaculaciones. Por último, existen muchos mitos y creencias sobre los sonidos que emiten los muertos, sin embargo, todo esto se debe a la presencia de gas metano en los féretros. De ninguna manera se puede relacionar este fenómeno con la presencia de espíritus o muertos que vuelven del mas allá.
Ver también: Reflexiones sobre la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario