Más vale morir de pie que vivir siempre arrodillado. Esta es una frase que ha recorrido el mundo y se ha hecho eco en los corazones de aquellos que llaman revolucionarios. Y es que así nos han tachado cientos de veces aquellos que no son capaces de enfrentarse a la vida de cara. Cuando uno se opone al sistema o cuando uno defiende a ultranza sus principios ya es un revolucionario.
Y detrás de quien se atreve a juzgar bajo esta premisa, hay personas conformistas, inseguras y sobre todo cobardes. Son estas personas la que conducen la vida directa al fracaso. No fue acaso Jesús de Nazaret un revolucionario? O del mismo modo no lo fueron también Maham Ma Gandi, Luther King o Cheguevara? Pues si de la mano de estas figuras, va detrás la coletilla revolucionario yo también quiero serlo. Por que personas como estas, han marcado un hito en la historia. Y lo han hecho, porque eran capaces de mirar más allá de sus narices, por que anteponían la verdad por encima de todo y por que lucharon hasta el final por algo tan valioso como la dignidad del ser humano.
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