11M

Si existe un paraíso
Si existe un Paraíso estará hecho
de viernes tarde y sábados por la mañana,
de pronombres sin verbo ni predicado.
Si existe un mundo no será éste
tan fermentado, tan crecido,
tan triste e injusto, tan sedado
por el húmedo beso de la violencia,
los podridos brazos del confort.
Aceptémoslo: hay quien cree
que sin niños muertos no habrá Palestina,
que sin vascos muertos no habrá independencia,
que no habrá beneficios sin irakies muertos,
que no habrá ningún Wall Street abierto
si no hay soldados y civiles,
aquí y allá, todos muertos.
Aceptémoslo aunque nos cueste un poco:
si Bin Landen fuera el vecino de al lado
los habría votado, una y otra vez,
todos estos ocho largos años
desde su colegio electoral
en La Moraleja, por supuesto.
Aceptémoslo, pues: todos somos inocentes,
todos culpables, unos vivos, otros ya no.
Pero si existe un Paraíso
estará hecho de mochilas abandonadas
en viejos trenes de madera
a punto siempre de partir.
Mochilas en las que dentro sólo habrá
pan y chocolate, cuadernos de caligrafía,
poemas y poco, muy poco más.
Si existe un Paraíso será así.
                                        Te lo prometo.