Ana Bolena
Ana Bolena fue una de esas mujeres que convulsionó su época y la sociedad de su tiempo. Su boda con el monarca Enrique VIII provocó la ruptura de éste con Roma, y el viraje de la Corona inglesa hacia las tesis de la Reforma. Al no tener descendencia masculina con su esposa Catalina de Aragón, el rey Enrique VIII pidió permiso al papa para divorciarse de su esposa y contraer matrimonio con Ana Bolena, una dama de honor de Catalina, de la cual se había enamorado. El argumento utilizado por el rey fue que Catalina había estado antes prometida con su propio hermano Arturo, pero ello no fue aceptado por el papa Clemente VII. Como reacción, Enrique VIII rompió con Roma en 1531, confiscó los bienes de la Iglesia Católica y a continuación se casó con Ana Bolena. Ésta le dio una hija, la futura reina Isabel, pero no pudo darle un varón, por lo que el monarca acabó por cansarse de ella. Acusada de traición y adulterio, fue encerrada en la Torre de Londres, donde murió decapitada.
Isabel I de Inglaterra
Nació en Greenwich (Londres), el 7 de septiembre de 1533. Fue hija de Enrique VIII, rey de Inglaterra, y de su segunda esposa, Ana Bolena. Tras la ejecución de su madre, en 1536, el Parlamento la declaró ilegítima, pero le restableció sus derechos ocho años más tarde, durante el reinado de su hermanastro, Eduardo VI. A la muerte de Eduardo, subió al trono María Tudor (su hermanastra). Ella mandó encarcelar a Isabel en 1554, como parte de la campaña desatada contra los anglicanos. Tales problemas forjaron su personalidad. Por todo ello y tras ser liberada, después de la muerte de María Tudor fue proclamada reina por el Parlamento, en 1558, a los 25 años. Decidió nunca casarse pues aseguró que su esposo era “el reino de Inglaterra”. Durante su gobierno, Isabel I practicó una política de gran prudencia y habilidad. La prosperidad económica del reinado fue general.
María Antonieta
Reina de Francia. Hija de Francisco I y de María Teresa, emperadores de Alemania. En 1770 casó con el delfín de Francia, Luis, que en 1774 se convirtió en Luis XVI. La reina, que no contaba con el favor de los franceses por ser extranjera, hizo aumentar su impopularidad por su lealtad a los intereses austriacos, la mala reputación de algunas de sus amistades y su extravagancia, a la que se achacaron los problemas financieros del gobierno. Con el estallido de la Revolución Francesa en el año 1780, apoyó al sector intransigente de la corte que se negaba a llegar a un acuerdo con los revolucionarios moderados y pidió ayuda a su hermano, Leopoldo II, emperador del Sacro Imperio. En la atmósfera de tragedia que vivió en las primeras jornadas revolucionarias y durante su prisión en el Temple (agosto de 1792-agosto de 1793) dio muestras de un gran valor y dignidad. Tras la ejecución de su marido (enero 1793) fue juzgada, condenada a muerte y guillotinada el 16 de octubre.
Nefertiti
Debido a la escasez de documentos, la figura de Nefertiti está envuelta en el misterio. No se sabe quiénes fueron sus padres.
Se casó con Akenatón y no se limitó a desempeñar el papel de esposa real. Akenatón la asoció al poder y su influencia llegó a ser tan grande que incluso se le llegó a representar con la doble corona. Participó activamente en la política del país. La adoración que el pueblo sentía por ella era grandísima y en ocasiones se le representó como un diosa. Ocupó un lugar destacado tanto en el corazón de Akenatón como en el pueblo, lo que consiguió gracias a su extraordinaria belleza. Su muerte es motivo de controversia. Hacia el año 1352, duodécimo del reinado de Akenatón, su nombre desaparece de la escena política.
Faraona Hatshepsut
Hatshepsut, que murió hace más de 3.500 años, es la única mujer que reinó en los casi 5.000 años del Egipto faraónico, y su reinado fue realmente importante, pues precedió a la gran época de la expansión militar del Egipto antiguo, que hasta entonces se había mantenido dentro de sus fronteras naturales: el mar al norte, el desierto al oeste, Etiopía al sur y el Sinaí al este.
Durante su largo reinado, Hatshepsut fue causa de gravísimos problemas de protocolo, pues la corte egipcia nunca se había planteado la posibilidad de una mujer en el trono. A su muerte su cadáver desapareció y se hizo cuanto fue posible por borrar todo rastro de su existencia. Se conserva su tumba, que ha sido explorada y estudiada, pero es todo, o casi todo.
Ranavalona I, la Reina asesina
Reina de Madagascar, fue responsable de la eliminación de un millón de sus súbditos. Practicó miles de experimentos macabros con sus víctimas, etc, etc... Seguir leyendo
Reinas de Cine
Reina de Corazones
La Reina de Corazones es un personaje de la novela Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll. Está basada en el naipe de la baraja francesa del mismo nombre. Ella es una monarca de mal genio que condena a la gente con la pena de muerte a la menor ofensa. La reina tiene una sola manera de resolver todas las dificultades, sean grandes o pequeñas, ordenando una ejecución inmediata, gritando: «¡Que le corten la cabeza!». A pesar de esto en realidad son pocas las que son decapitadas. El Rey de Corazones indulta a muchos de sus súbditos, cuando la reina no está presente (aunque esto no parece ser igual con la Duquesa). El Grifo le dice a Alicia que “se lo imagina todo; nunca ejecutan a nadie.” Sin embargo, todas las criaturas del País de las Maravillas temen a la reina.
Reina Grimhilde
La Malvada Reina Grimhilde (también conocida simplemente como “La Reina”), es la vanidosa y malvada madrastra de Blancanieves, y no soporta que haya otra más hermosa que ella, sobre todo cuando descubre que Blancanieves es la más bella. Por ello, pide a Humbert, el Cazador que acabe con ella, pero cuando descubre que no cumplió su orden, se disfraza de anciana y va en busca de Blancanieves para acabar en persona con ella envenenándola con una manzana. Es considerada como la villana más cruel de Disney, ya que no solo pide que asesinen a su enemigo, además tratándose de un familiar, sino que pide su corazón.
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