NUEVE SERIES DE TELEVISIÓN QUE FUERON MÍTICAS
Deberías verlas si no las has visto ya
Vicente Fernández - 23/04/2013
Las series de televisión están de moda. Hay quien dice que, actualmente, los productos para la pequeña pantalla son mejores incluso que el cine que se hace en nuestros días. Afirmación categórica tan exagerada como lo son siempre todas las afirmaciones categóricas.
Sin discutir la calidad de los productos televisivos actuales, no está de más recordar que las buenas series siempre han existido.
Por eso, con esta galería pretendo hacer una pequeña recopilación con nueve de ellas que, por diversos motivos, quedaron grabadas en mi memoria.
Solo una la he vuelto a ver con el paso de los años, así que podría ser que el tiempo haya dañado a alguna de las restantes. O puede que a todas. De cualquier forma todas ellas fueron en su momento productos insólitos, frescos y sorprendentes.
Los siete de Blake
Esta serie británica de ciencia ficción traumatizó a todos los chavales de mi generación a principios de los 80. Su punto de partida argumental no era nada del otro mundo. En un universo galáctico dominado por una perversa federación, siete disidentes de ambos sexos se fugaban de una prisión y, a bordo de una nave, trataban de ganar la libertad. Mil veces visto, ¿verdad?
Peor la originalidad estaba, primero, en su estética. Con esos siete actores totalmente antiglamurosos, ni guapos ni feos, con esa estética de tipo o tipa a quien te puedes encontrar en el metro. Y en sus efectos especiales totalmente artesanales, que recordaban a los de otras series como Doctor Who.
Y especialmente en la mala leche que destilaban todas sus tramas. Porque, reconozcámoslo ya, la fantasía y la ciencia ficción británicas, desde los tiempos de Los viajes de Gulliver, fue siempre una excusa para realizar una sátira cruel de su época. Y Los siete de Blake, salvando todas las distancias, era heredera de esa tradición. Resultaba una serie demasiado oscura, demasiado cínica, demasiado negra para el horario juvenil.
Y qué decir de aquel capítulo que finalizaba cuando la nave de los protagonistas estallaba en el espacio. Todos nos quedamos helados, diciendo: "No pueden haber muerto... En el siguiente capítulo descubriremos como se han salvado". Pero no. Nunca hubo siguiente capítulo. Los siete morían y los malos ganaban, con lo que nuestra inocencia adolescente recibíó un autentico puñetazo en la mandíbula. Acojonante, sencillamente acojonante.
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