Imagen de la película "La misión" |
El inglés Norman Lewis, gran cronista de viajes, sí repara en ello y en su relato "La tribu que crucificó a Jesucristo" (Altaïr) se refiere al terror implantado por la misión evangélica estadounidense "Nuevas Tribus" en Venezuela para vencer a la tribu panare, muy resistente al adoctrinamiento religioso. Entre otras cosas porque en su vocabulario no existen términos para designar la culpa, el pecado, el castigo o la redención. "Urgía encontrar la manera de crear un sentido de culpa, del que dependían el arrepentimiento y la salvación", dice el autor, por lo que los misioneros decidieron reescribir las Escrituras de tal modo que implicasen a los panare en la muerte de Cristo:
"Los panares mataron a Jesucristo
porque eran malvados.
Matemos a Jesucrito,
dijeron los panares.
Los panares persiguieron a Jesucristo.
Los panares lo mataron así.
Pusieron la cruz en el suelo.
Sujetaron sus manos y sus pies
a los palos de la cruz, con clavos.
Lo alzaron clavado.
El hombre murió así, clavado.
Así mataron los panares a Jesucristo"
Indignante ¿no? "Si esto no conseguía generar sentimiento de culpa, nada lo haría, reflexiona Lewis, quien asegura que todos los recién llegados europeos fueron destructores. Y que todas las religiones son absurdas.
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