viernes, 22 de noviembre de 2013

La tribu que crucificó a Jesucristo

Imagen de la película "La misión"
Vean la distinta interpretación que dos autores británicos hacen de la conquista de América y de su consiguiente evangelización. Niall Fergusson, escocés y catedrático en la Universidad de Harvard, asegura en su libro "Civilización" (Debate) que gracias a la implantación del protestantismo en el norte y a la reticencia de sus seguidores al mestizaje, esta zona del continente se convirtió en una gran potencia, mientras que el catolicismo que arraigó en el sur se ha traducido en subdesarrollo. Sorprenden dos cosas: que el libro se publicara en 2011 y no se tuviera en cuenta el despegue de países como Brasil o México o que omita que el exterminio de tribus indígenas fue más brutal en América del Norte.
El inglés Norman Lewis, gran cronista de viajes, sí repara en ello y en su relato "La tribu que crucificó a Jesucristo" (Altaïr) se refiere al terror implantado por la misión evangélica estadounidense "Nuevas Tribus" en Venezuela para vencer a la tribu panare, muy resistente al adoctrinamiento religioso. Entre otras cosas porque en su vocabulario no existen términos para designar la culpa, el pecado, el castigo o la redención. "Urgía encontrar la manera de crear un sentido de culpa, del que dependían el arrepentimiento y la salvación", dice el autor, por lo que los misioneros decidieron reescribir las Escrituras de tal modo que implicasen a los panare en la muerte de Cristo:

"Los panares mataron a Jesucristo
porque eran malvados.
Matemos a Jesucrito,
dijeron los panares.
Los panares persiguieron a Jesucristo.
Los panares lo mataron así.
Pusieron la cruz en el suelo.
Sujetaron sus manos y sus pies
a los palos de la cruz, con clavos.
Lo alzaron clavado.
El hombre murió así, clavado.
Así mataron los panares a Jesucristo"

Indignante ¿no? "Si esto no conseguía generar sentimiento de culpa, nada lo haría, reflexiona Lewis, quien asegura que todos los recién llegados europeos fueron destructores. Y que todas las religiones son absurdas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario